El rol de madre aun no me queda.
No es egoísmo, no puedo seguir con tu constante miedo al amor. No lo merezco. Ni lo soporto. Ya no aguanto las idas y vueltas, los mensajes que dicen te quiero, y las palabras que luego lo niegan o lo ponen en duda.
No sabes lo que quieres. Y a diferencia tuya, yo si se lo que quiero (y te quiero), pero quererte ha dejado de ser suficiente.
No puedo con tus miedos, no puedo. Porque cada vez que escucho un “te quiero” “te necesito” me gustaría creerlos, y aun siendo sinceros, se que al otro día los refutaras con un “estoy confundido” “no se lo que me pasa” “nunca sentí esto”.
Y cansa, desgasta el alma. Y no lo quiero. Yo tampoco elegí esto de estar enamorada, pero lo asumo y no lo niego. Y me da miedo, y espanto a los monstruos que por las noches quieren acomodarse debajo de mi cama, e intento, día a día poder con lo tuyos. Pero no puedo. Y no ayudas en nada, pareciera que les has dado a ellos el lugar de tu cama que a mi me corresponde.
Entonces prefiero dejarte con ellos.
Y si algún día puedes, y los vences (o al menos, te haces su amigo) me llamas.
- Molly -
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