jueves, 22 de septiembre de 2011

Los humanos.





"Los humanos son divertidos.. Ellos quieren estar con la persona que aman pero rehúsan de admitirlo abiertamente. Algunos tienen miedo de mostrar la más mínima señal de afecto por miedo. Miedo que sus sentimientos no sean reconocidos, o peor aún, regresados. Pero algo de los seres humanos que me intriga más es su consciente esfuerzo de estar conectado con el objeto de su afección, incluso si eso los mata lentamente."


- Sigmund Freud - 

martes, 13 de septiembre de 2011

...

Ni tu amor era tan grande ni la paciencia mi condena,
ahora que no me mata la espera me mata el necesitarte,
tanto se dijo de ti,
tanto planear juntos que apuro a barrer mi casa,
yo no quiero recuerdos tuyos.
Fui tu vida más breve, tu amor eterno inconcluso,
fui todo lo que soñé que pude ser a tu lado,
todo lo fuimos, todo se vivió en algún sitio,
más no fui motivo y me duele perder lo que nunca he tenido.
Ahora retomo las frases,
me hago un nudo con el ombligo,
vuelvo a mirar lo que tengo,
lo que nunca fue tuyo ni será de nuevo mío,
aprendo a amarte de a pocos,
media de amor y media de olvido.
Por si volvieras me quedo con algunos planes,
con todo el valor,
pero tonto que soy,
el daño lo olvido.

- Edel Juarez -

sábado, 3 de septiembre de 2011

Monstruos.


El rol de madre aun no me queda.

No es egoísmo, no puedo seguir con tu constante miedo al amor. No lo merezco. Ni lo soporto. Ya no aguanto las idas y vueltas, los mensajes que dicen te quiero, y las palabras que luego lo niegan o lo ponen en duda.

No sabes lo que quieres. Y a diferencia tuya, yo si se lo que quiero (y te quiero), pero quererte ha dejado de ser suficiente.

No puedo con tus miedos, no puedo. Porque cada vez que escucho un “te quiero” “te necesito” me gustaría creerlos, y aun siendo sinceros, se que al otro día los refutaras con un “estoy confundido” “no se lo que me pasa” “nunca sentí esto”.
Y cansa, desgasta el alma. Y no lo quiero. Yo tampoco elegí esto de estar enamorada, pero lo asumo y no lo niego. Y me da miedo, y espanto a los monstruos que por las noches quieren acomodarse debajo de mi cama, e intento, día a día poder con lo tuyos. Pero no puedo. Y no ayudas en nada, pareciera que les has dado a ellos el lugar de tu cama que a mi me corresponde.

Entonces prefiero dejarte con ellos.

Y si algún día puedes, y los vences (o al menos, te haces su amigo) me llamas.

- Molly -

En claro...






“Mira, vamos a plantearlo de esta manera:
para mí, tú eres la número uno, y ni siquiera hay número dos.”


- Charles Bukowski -