lunes, 21 de diciembre de 2009

Morir o matar...


Te sentaste justo al borde del sofá
como si algo allí te fuera a morder.
Dijiste: "Hay cosas que tenemos que aprender,
yo a mentir y tú a decirme la verdad,
yo a ser fuerte y tú a mostrar debilidad,
tú a morir y yo a matar."

Y después se hizo el silencio y el silencio fue a parar
a una especie de pesada y repartida soledad,
y la soledad dio paso a un terror que hacia el final
nos mostró un mundo del que ninguno quisimos hablar.

Y así eran nuestras noches y así era nuestro amor,
comenzaba en el silencio, continuaba en el terror,
y otra vez de allí al silencio. Dime, ¿para qué hablar
de lo que pudo haber sido y de lo que jamás será,
tratando de adivinar qué fue eso que hicimos tan mal?,
si, en fin, se trata de morir o de matar.

Así que, si aún andas por aquí,
y alguien vuelve a prometerte amor,
con dinero, encanto y alguna canción,
por favor, prepárate para huir.
Vete lejos y limítate a observar
esta escena tan vulgar.

Conoció a unas cien mujeres y a cincuenta enamoró,
conoció a otros tantos hombres y con tantos se acostó,
y fundió todo el dinero y la gente se cansó
de escuchar noche tras noche la misma triste canción.

Y ahora ve que el universo es un lugar vacío y cruel,
cuando no hay nada mayor que su necesidad en él.
Y encendiendo un cigarrillo se comienza a torturar
y habrá cerca alguien gritándole "hágase tu voluntad"
y el: "la culpa sólo en parte es mía y en parte lo es de los demás".
De lo que se trata es de morir o de matar, de morir o matar.

Fue aquella gitana que nos leyó el porvenir,
dijo: "uno es el asesino y el otro es el que va a morir".
Y salimos de allí y me mirarte asustada y el miedo sonó en tu voz:
"antes de que tú me mates, prefiero matarme yo".

Y emprendiste así tu huida y yo corrí a mi habitación
y mezclé en una cuchara el polvo blanco y el marrón.
Y con la sangre aún resbalando te llamé desde ese hotel:
"Por favor, entiende que algo no funciona en mí muy bien".
Y al otro lado te oí llorar y yo seguí y no colgué,
y me suplicaste: "Déjame de una vez, déjame de una vez".

Y tus párpados cayendo se me antojan guillotinas,
y te observaré durmiendo y me pondré a susurrar:
"nuestras almas no conocen el reposo vida mía,
pero si hay algo que es cierto es que
te quiero un mundo entero con su belleza y su fealdad.
¿Por qué no puedes aceptar que esto no se trata más
que, amor mío, de morir o de matar, de morir o matar?"

Moriré, moriré, moriré ...
moriré, moriré y es lo único que sé.
Moriré, moriré ...
moriré y cuando lo haga al fin ya nada va a impedirme descansar
y así obtendré la santa paz que en vida no gocé jamás,
pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar.

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Horas escuchando este tema... recordando, pensando y de nuevo alguna llama interna encuentra combustible para arder y con su fuego purificar o destruir...

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Caress...Pat...?




Otoño e invierno son mis temporadas favoritas del año, hace frío, la gente usa ropa bonita, llueve y la gente sin saberlo se acerca a los demás buscando calor.

 Me gustaría estar cerca de alguien en este momento. 

Simplemente me encanta sentir abrazos, me encanta sentir caricias, es delicioso.

Me encanta sentir una piel cerca de la mía

Es mi forma de reconocer el cariño, de saber que alguien tiene cariño a mi persona.

El clima me recuerda que no hay alguien ahí, no me recuerda al pasado, me recuerda mas que nunca que no hay nadie ahí. Que aun cuando lo hubo, ese calor fue más fugaz de lo que pudiera parecer.

Alguien llegó, me acarició sin decir nada y aun tengo un nudo en la garganta sin que yo dijera nada, pidiera nada.

 Entró y me regaló eso que tenia tanto tiempo deseando recibir
 sin siquiera pedirlo...

sábado, 5 de diciembre de 2009

...

Las palabras se aglutinan en mis dedos y no fluyen en el mismo sentido en que son generadas en mi mente y muchísimo menos en como las voy sintiendo.

He pasado días hermosos, suena cursi, pero es verdad.

Ese aroma me hace sonreír, ese humo me hace desconectar y esa forma de acariciar me inspira a escribir mil años...