Alguna vez eyaculé pensando en ti, lamento si esto va a romper tu protocolo, pero tranquila que al final no te mentí no fue en mis manos y tampoco estuve solo...
“Querida, encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Deja que se adhiera a tu espalda y te agobie hasta la eventual nada. Deja que te mate, y deja que devore tus restos. Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante”
“No miro mucho a la gente.
Es perturbador. Dicen que si miras mucho a otra persona, te empiezas a parecer a ella.
La mayoría de las veces me la puedo pasar sin la gente.
La gente no me llena, me vacía.
No respeto a nadie.
Tengo un problema en ese sentido.
Estoy mintiendo pero, créeme, es verdad.”
Quise mirar el mundo con tus ojos ilusionados, nuevos, verdes en su fondo como la primavera. Entré en tu cuerpo lleno de esperanza para admirar tanto prodigio desde el claro mirador de tus pupilas. Y fuiste tú la que acabaste viendo el fracaso del mundo con las mías.
“Hay muchas maneras de perder el rumbo. Uno pude irse directamente al infierno durante algunos años. Otros, en cambio, no llegan a salirse de los raíles, sino que tan sólo van aminorando la velocidad, más y más despacio cada día, hasta que al fin se paran por completo y se quedan ahí, medio muertos de pasividad y de fracaso, oxidando la hojalata y las ideas bajo las inclemencias del tiempo.”
“Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso. Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.”